A por el segundo reto!


Presentación de una buena práctica

Protocolo de uso de la aplicación SVIsual para personas sordas o con deficiencias auditivas en el medio penitenciario (en colaboración con la CNSE).

Tal y como establece la Confederación Estatal de Personas Sordas CNSE:

SVIsual es el primer servicio de video-interpretación en lengua de signos española que existe en nuestro país. Es un servicio al alcance de todos, que da respuesta a las necesidades de comunicación que surgen entre personas sordas o con discapacidad auditiva y personas oyentes en el día a día.

Es un servicio financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y Fundación ONCE)”

La video-interpretación en un proceso de comunicación posible a través del sistema de videoconferencia, de tal forma que personas sordas o con discapacidad auditiva y personas oyentes, puedan comunicarse gracias a la presencia de un video-intérprete de lengua de signos, quien va traduciendo la lengua de signos al lenguaje oral y viceversa.


Dicho sistema nace en el seno de la CNSE y comienza a implementarse en diferentes administraciones públicas para la atención de los usuarios, por ejemplo, en el ámbito sanitario (para la comunicación entre médico y pacientes), o educativo, en colegios e institutos.

Dentro del marco penitenciario, es en el año 2019 cuando las Administración Penitenciaria pone en marcha, en colaboración con el CNSE, su aplicación en los Centros Penitenciarios españoles, dando cumplimiento al Protocolo de atención a la discapacidad en el medio penitenciario, en el cual se recoge la obligación de garantizar los derechos en igualdad de trato y oportunidades, de las personas con discapacidad reclusa.


Ámbito de aplicación

Los datos aportados por los Centros Penitenciarios  (a finales de 2017) indican el 9,5% de la población reclusa presenta algún tipo de discapacidad. Dentro de ése porcentaje, el 33% presentan discapacidad psíquica, el 7% discapacidad intelectual, el 28% discapacidad física, el 2% discapacidad sensorial y un 29% con multidiscapacidad.

Según los últimos datos facilitados por el Gobierno (2019) el número de personas sordas en prisión es de 110 (99 varones y 11 mujeres), el 2% de la población penitenciaria.

Dicha población parte de una situación de desventaja respecto a la población reclusa sin discapacidad, siempre que no cuenten con los apoyos necesarios; desde no comprender las instrucciones que reciben por parte de los funcionarios, hasta la necesidad de transmitir posibles abusos o amenazas de otros internos. Además, tienen dificultades en la asistencia médica y tratamental, la participación en cursos o programas específicos de tratamiento, comunicaciones con familiares o para la formulación de peticiones, quejas y recursos.

Gracias al sistema que ofrece el SVIsual, se facilita el contacto telefónico sin barreras de los internos e internas sordas o con deficiencias auditivas con el exterior, así como con el resto de profesionales penitenciarios: médicos, enfermeros, juristas, psicólogos… y demás personal que solicite.

 

Impacto y resultados

Por el momento no hay estudios sobre los resultados del SVIsual, si bien teniendo en consideración mi propia experiencia sobre el impacto que ejerce, se podría concluir que: gracias al mismo, los internos e internas sordas o con discapacidad auditiva, han conseguido acceder a toda aquella información relativa a su estancia en prisión:

  • Jurídica: como pueden ser los relacionados con su sentencia: dudas sobre sus ejecutorias, fechas de cumplimiento, acumulaciones y recursos; que resuelven con los juristas.
  • Social: comunicación con familiares, instituciones de acogida (para permisos penitenciarios), o con recursos externos.
  • Psicológica: acerca de los programas específicos de tratamiento o atención individual.
  • Sanitaria: relacionados con su tratamiento farmacológico, posibles patologías o consultas hospitalarias.
  • Penitenciaria: para la comprensión de las normas, lo cual revierte en un mayor cumplimiento de las mismas y un descenso en las sanciones disciplinarias (las cuales constituyen un elemento negativo en su trayectoria penitenciaria, por ejemplo, a la hora de poder realizar permisos de salida).

Debilidades y fortalezas

En cuanto a las debilidades podrían incluirse las siguientes:

  • En numerosas ocasiones las personas con algún tipo de discapacidad menos evidente pasan desapercibidas, más aún si existe otro tipo de discapacidad o comorbilidad con enfermedades mentales.  Por ejemplo, alguien con alteraciones psicopatológicas junto con una discapacidad auditiva moderada, que no expresa por sí mismo sus necesidades; por lo que no podría hacer uso del sistema SVIsual propuesto.
  • Dificultades técnicas propias del sistema, como fallos en la conexión.
  • Los horarios en los que poder comunicar, limitados a unas horas concretas.
  • Organización de la comunicación. Es algo menos inmediata que con el resto de la población reclusa, ya que es necesario coordinar las citas con los profesionales solicitados por el interno.
  • El usuario debe conocer el lenguaje de signos, por lo que no podrían hacer uso del mismo aquellos internos sordos que no sepan signar.

Finalmente, respecto a las fortalezas destacan las siguientes:

  • Promover la igualdad en el acceso a la información dentro del ámbito penitenciario.
  • Sensibilizar sobre la importancia de ofrecer los apoyos necesarios para que personas sordas y con discapacidad auditiva no queden excluidas de la vida penitenciaria de la que forman parte.
  • Fomentar la igualdad de oportunidades en el tratamiento penitenciario de esta población.
  • Mantener y/o recuperar lazos familiares.
  • Influir positivamente sobre el autoconcepto y autoestima de las personas sordas privadas de libertad.

Aquí tenemos un vídeo sobre cómo funciona




Abrazos!

 

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